El ex vicepresidente detenido de Ecuador, Jorge Glas, fue trasladado al Hospital Militar en Guayaquil debido a una sobredosis de medicamentos, según informó el comentarista Aurelio Dávila en su cuenta de la red social X.
Previamente, una abogada de Glas había enviado una carta a las autoridades penitenciarias solicitando acceso para su equipo de defensa y familiares al político, ya que no habían podido comunicarse con él desde su detención.
Glas, quien ya había sido condenado dos veces por corrupción y enfrentaba nuevos cargos, fue arrestado el viernes luego de una redada policial en la embajada de México en Quito, donde se encontraba desde diciembre.
Esta incursión inusual desencadenó una disputa entre los dos países, llevando a México a suspender relaciones diplomáticas con Ecuador y generando críticas de otros países de la región y del mundo.
Ecuador defendió el ingreso a la embajada mexicana argumentando que México no podía otorgar asilo diplomático a Glas debido a los cargos en su contra y que tenía información sobre un posible plan de fuga.
En una carta abierta a los administradores de la cárcel La Roca de Guayaquil, la abogada de Glas, Sonia Vera, expresó su profunda preocupación por la falta de comunicación con su defendido durante más de 48 horas, considerándolo una violación grave de sus derechos fundamentales.
Vera también solicitó un contacto personal ilimitado entre Glas y sus abogados, expresando preocupación por su seguridad y bienestar, especialmente después de haber sido arrojado al suelo y golpeado durante el allanamiento.
El presidente Daniel Noboa, en un evento sobre el empleo juvenil, no abordó directamente la disputa con México, pero afirmó el compromiso del gobierno ecuatoriano con la justicia y la lucha contra la impunidad.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, aseguró que el jefe de la misión diplomática de Ecuador en su país no será expulsado y enfatizó la voluntad de México de calmar las tensiones y evitar represalias.
