Un juez federal bloqueó el jueves la implementación de una nueva ley en Texas que facultaría a la policía para arrestar a migrantes sospechosos de haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos, en una victoria para la administración del presidente Joe Biden en su disputa con el gobernador republicano Greg Abbott sobre asuntos migratorios.
La orden preliminar del juez David Ezra detiene temporalmente la entrada en vigor de esta ley, programada para el 5 de marzo, y surge en medio de la visita del presidente Biden y su posible contrincante republicano Donald Trump a la frontera sur de Texas para abordar temas migratorios. Se espera que el gobierno de Texas apele el fallo.
Esta ley ha sido criticada por ser la medida estatal más drástica desde la aprobada en Arizona en 2010, conocida como “La Ley Muestra Tus Papeles”.
La Corte Suprema de Estados Unidos parcialmente invalidó la ley de Arizona, pero algunos líderes republicanos de Texas, que a menudo describen el flujo migratorio como una “invasión”, buscan una revisión de esa decisión.
Ezra citó la cláusula de supremacía de la Constitución y varias decisiones de la Corte Suprema como fundamentos de su fallo, argumentando que la ley de Texas entraría en conflicto con la legislación federal de inmigración y con las obligaciones internacionales de Estados Unidos.
Permitir que Texas reemplace las directrices federales debido a una supuesta invasión “equivaldría a la anulación de la ley y la autoridad federal, una idea que es antitética a la Constitución y ha sido rechazada inequívocamente por los tribunales federales desde la Guerra Civil”, escribió el juez.
En cuanto a la aplicación de la ley de Arizona, Ezra afirmó que la ley de Texas no es ejecutable y refutó las afirmaciones estatales de que los grandes flujos de cruces fronterizos no autorizados constituyen una “invasión”.
Esta demanda es una de varias disputas legales entre Texas y la administración Biden sobre la autoridad del estado para controlar la migración en su frontera.
La ley permitiría a la policía estatal arrestar a personas sospechosas de haber ingresado a Estados Unidos sin autorización, quienes podrían enfrentar cargos menores o ser ordenados a abandonar el país.
Los migrantes que no cumplan con estas órdenes podrían ser arrestados nuevamente y enfrentar cargos más graves.
En una audiencia anterior, Ezra expresó escepticismo sobre el argumento del estado y señaló sus preocupaciones sobre el gran número de cruces no autorizados.
Grupos de derechos civiles han argumentado que la ley podría llevar a la violación de los derechos civiles y al perfil racial.
Los republicanos que apoyan la ley aseguran que no se aplicará retroactivamente y solo se llevará a cabo a lo largo de la frontera de Texas con México.
Las tensiones entre Texas y la administración Biden sobre el control fronterizo han sido altas, con el gobernador Abbott criticando la falta de acción federal en materia migratoria y tomando medidas como la colocación de barreras y alambres de púas en la frontera.