A tan solo días de la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, el gobierno venezolano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Paraguay, en respuesta al reconocimiento de Santiago González como presidente electo por parte de Asunción. Este gesto diplomático marca un nuevo capítulo en las tensiones políticas de la región.
El presidente de Paraguay, en una videoconferencia con González y la opositora venezolana María Corina Machado, reafirmó su respaldo al líder opositor, reconocido también por varios países, incluido Estados Unidos, como el legítimo ganador de las elecciones celebradas en julio pasado.
Ante esta situación, Venezuela ordenó la salida inmediata de los representantes diplomáticos paraguayos de su territorio y anunció el retiro de su propio personal en Paraguay en un plazo de 48 horas. La Cancillería venezolana calificó de lamentable la postura de Paraguay, acusándolo de actuar bajo la influencia de potencias extranjeras con agendas desestabilizadoras.
En un comunicado oficial, el gobierno venezolano aseguró que su decisión se enmarca en la defensa de su soberanía y rechazó lo que denominó “maniobras de fascismo internacional” para socavar la autodeterminación del país.
Por su parte, Paraguay respondió ratificando su reconocimiento a González como presidente electo de Venezuela y destacó que, según la voluntad popular expresada en las elecciones de julio, el líder opositor tiene derecho a asumir el cargo el próximo 10 de enero.
Este enfrentamiento diplomático subraya las divisiones en América Latina en torno a la legitimidad del gobierno de Maduro, a pocos días de su nueva investidura.