Con más de 100 mil personas beneficiadas, el Gobierno del Estado intensifica el envío de agua potable a 226 comunidades afectadas por la crisis hídrica.
Donde el agua falta, llega el Estado
La sequía no da tregua en Sinaloa, y la urgencia de muchas comunidades rurales no puede postergarse. Ante esta crisis, el Gobierno del Estado, encabezado por el gobernador Rubén Rocha Moya, refuerza su presencia en las zonas más golpeadas mediante el Programa Proagua, operado por la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable (Sebides).
María Inés Pérez Corral, titular de la Sebides, fue clara: “Seguimos llevando nosotros pipas a las comunidades.” No se trata de una medida temporal, sino de una política pública activa que busca garantizar el acceso al agua en lugares donde ya no llega por ningún otro medio.
No todos tienen red, pero todos necesitan agua
Aunque hay municipios con infraestructura propia, muchas comunidades simplemente no tienen acceso suficiente al agua. Ahí es donde entra el apoyo estatal. “Hay municipios que tienen infraestructura, pero no les alcanza. Nosotros reforzamos”, expresó Pérez Corral.
Las pipas no se están moviendo por temporada: 46 unidades con capacidad de 10 mil litros están instaladas de manera permanente en distintos puntos estratégicos del estado. Son parte de una respuesta organizada, instruida y respaldada directamente por el gobernador Rocha Moya para no dejar sola a ninguna comunidad.
Cientos de comunidades, miles de personas
Hasta ahora, 226 comunidades han sido atendidas, beneficiando a 104,048 sinaloenses. La cifra habla por sí sola. Los municipios atendidos incluyen zonas serranas, rurales y urbanas con dificultades de abasto, como Angostura, Choix, Cosalá, El Fuerte, Mocorito, Escuinapa, El Rosario, El Dorado, entre otros.
“Nosotros vamos anotando lo que vamos atendiendo”, dijo la funcionaria, explicando que algunos municipios no figuran en los listados oficiales porque, por ahora, no han requerido este apoyo.
Más allá de números: un derecho básico
Cada pipa que llega a una comunidad significa mucho más que litros: significa tranquilidad. Significa un vaso de agua limpia para una niña, una olla para cocinar, una ducha después de una jornada bajo el sol. El Programa Proagua no solo lleva agua: lleva dignidad.
Y aunque la sequía continúa, la Secretaría afirma que el operativo no se detendrá. “Cada municipio tiene sus cifras. Nosotros les llevamos pipas”, insistió Pérez Corral. Lo que no puede pasar es que falte el agua donde más se necesita.
Esta estrategia, impulsada desde el gobierno de Rocha Moya, responde no solo a una crisis, sino a una convicción:
en Sinaloa, el agua no es un privilegio, es un derecho.
Y el derecho al agua, no se aplaza.