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La 4T es heredera de una Constitución que sigue siendo brújula: Edgar Adair Espinoza

La Constitución de 1917 nos guía en la búsqueda constante de un país más próspero, inclusivo y respetuoso de los derechos humanos.

Es también uno de los pilares fundamentales de la historia política y social de México. Promulgada tras la Revolución Mexicana, esta carta magna representó un punto de inflexión en la construcción del Estado mexicano y sentó las bases para el establecimiento de un sistema político basado en principios de justicia social, soberanía nacional y derechos ciudadanos.

En el marco del 5 de febrero, día en que se conmemora su promulgación, es pertinente reflexionar sobre su importancia histórica y su relevancia en el contexto actual, especialmente en relación con las transformaciones que promueve el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para el bienestar de México y la muestra está en las reformas que ha anunciado para el cierre de su sexenio.

Asimismo, representó una respuesta a las demandas y aspiraciones de diversos sectores de la sociedad mexicana que participaron en la Revolución Mexicana. En un momento de profunda crisis política, económica y social, esta carta magna buscó establecer un nuevo orden basado en la justicia social, la igualdad y la soberanía nacional. Entre sus principales logros se encuentran la inclusión de derechos sociales como el derecho al trabajo, la educación, la salud y la vivienda, así como la implementación de medidas para garantizar la reforma agraria y la separación Iglesia-Estado. Estos principios, plasmados en ella, sentaron las bases para la construcción de un Estado mexicano más inclusivo y democrático.

En el contexto actual, el gobierno de AMLO ha hecho referencia en varias ocasiones a los ideales de la Revolución Mexicana y a los principios consagrados en la Constitución de 1917. Desde su llegada al poder en 2018, con el 53% de los votos con una legitimidad inobjetable, AMLO ha promovido una agenda política centrada en la lucha contra la desigualdad social, la corrupción y la violencia, así como en la defensa de la soberanía nacional y los derechos de los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana. En este sentido, muchas de las políticas y programas implementados por el gobierno de AMLO pueden ser vistos como continuación de los principios establecidos en la Constitución de 1917. Es la regeneración de la vida nacional.

Uno de los principales ejes de la agenda de transformación de AMLO es la búsqueda de la justicia social y la igualdad. En este sentido, el gobierno ha implementado programas sociales dirigidos a combatir la pobreza y la exclusión, así como a garantizar el acceso a servicios básicos como la salud y la educación. Programas como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida tienen como objetivo mejorar las condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos de la población y promover el desarrollo económico y social en todo el país.

La justicia social, entendida como el principio fundamental de distribuir los beneficios y las cargas de la sociedad de manera equitativa, está intrínsecamente ligada a los ideales plasmados en la misma. Esta constitución, una de las primeras en el mundo en incluir derechos sociales y laborales, fue un intento de establecer un sistema político y económico que garantizara el bienestar y la dignidad de todos los ciudadanos mexicanos.

Uno de los aspectos más destacados en ella, fue su reconocimiento de los derechos sociales, como el derecho a la educación, el derecho al trabajo y el derecho a la seguridad social. Estos derechos fueron incorporados en respuesta a las demandas de los sectores más desfavorecidos de la sociedad mexicana, que durante la Revolución Mexicana lucharon por mejores condiciones de vida y trabajo.

El humanismo mexicano ha adoptado una postura firme en la protección de los recursos naturales del país, especialmente en sectores como el petróleo, la minería y la energía, todo a contrapelo del modelo neoliberal que impuso modificaciones a la Carta Magna para alejarla de su espíritu. Es así que la 4T ha implementado políticas para fortalecer la industria petrolera estatal y garantizar que los beneficios de la explotación de recursos naturales sean equitativamente distribuidos entre la población mexicana. Esta defensa de la soberanía nacional y los recursos naturales se alinea con el principio establecido en la Constitución de que los recursos del país deben ser utilizados en beneficio del pueblo mexicano.

Es la conmemoración de la promulgación de la Constitución de 1917 una oportunidad para reflexionar sobre su importancia y su relevancia en el contexto actual. Reconociendo que AMLO ha buscado promover una serie de transformaciones en línea con los principios constitucionales primigenios, especialmente en áreas como la justicia social, la soberanía nacional y la defensa de los derechos de los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana.

Además, es necesario abordar las causas estructurales de la pobreza y la exclusión social, como la concentración de la riqueza, la falta de oportunidades para los grupos marginados y la discriminación basada en género, etnia, orientación sexual u otras características.

La conmemoración también debe ser un recordatorio de la importancia de fortalecer las instituciones democráticas y el estado de derecho mexicano. Para garantizar la vigencia de los derechos y libertades consagrados en la constitución, es necesario fortalecer la independencia judicial, promover la rendición de cuentas y combatir la corrupción en todas sus formas.

En honor a la verdad, la Constitución de 1917 es un símbolo de la lucha por la justicia social y la igualdad en México. Cada 5 de febrero es un recordatorio de los valores y principios que inspiraron su creación, así como una oportunidad para renovar el compromiso con la construcción de un país más justo, equitativo y democrático para todos, seguir regenerándola, es profundizar la conciencia honrada que vive en ella y levantar los ideales plasmados, cuya vigencia es imperecedera.

Lo dijo bien, Andrés Manuel “El que lucha por sus ideales no se cansa ni se rinde.”
VIVA, pues, nuestra constitución y las reformas por venir.

Edgar Adair Espinoza Robles es Licenciado en Ciencias Políticas, con maestría en Administración Estratégica con énfasis en Gestión de Capital Humano por la UAS. Se ha desempeñado como profesor universitario, asesor y analista político. Cuenta con experiencia como servidor público en el ámbito federal, estatal y municipal desde 2004 a la fecha.

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