Cuando pensamos en personajes revolucionarios, solemos pensar en Zapata, Calles, Villa, etc., muchos de los que se encargaron de levantar las armas, sin embargo, hay otro revolucionario que solo con el diálogo se encargó de hacer su aporte a la revolución: Felipe Carrillo Puerto.
Durante la mañana del 2 de febrero de 2024, en el H. Congreso del Estado de Sinaloa, se inauguró la exposición “Forjadores de la Patria. Desde las regiones”, sobre Felipe Carrillo Puerto y Rafael Buelna Tenorio.
Entre los invitados, en algún momento, miré a una persona de cabello y bigote blanco, y lo primero que pensé fue que recordaba ver a alguien como él en alguna pintura, quizá del renacimiento, donde se retomaron los principios de la cultura de la antigüedad clásica, e intuitivamente supe que en él se albergaba sabiduría pura.
Ese sabio era Armando Bartra Vergés, un sociólogo con grandes aportes a la izquierda en Latinoamérica.
Cuando lo escuché darnos una cátedra sobre la importancia de Felipe Carrillo Puerto a la Revolución Mexicana, me quedó claro por qué sus ideas han sido tan bien recibidas.
Filósofo por la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México y un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina. Actualmente es profesor e investigador en la UAM-Xochimilco, entre otras escuelas.
Y si quisiera escribir todo su currículum, podría escribir una sola nota completa de ello, dejándonos claro que el verdadero estudio lleva a una persona a no decir las cosas por decirlas.
Su trayectoria y aportes lo reflejan.
Durante su conferencia nos recuerda que la revolución no sólo fue armada, sino también política, pues la verdadera política es el diálogo entre las personas, proveniente de la Polis donde los ciudadanos de la Antigua Grecia se reunían a dialogar e intercambiar ideas que ayudaran a la sociedad.
Y de eso mismo se encargó Felipe Carrillo Puerto, que por un período breve, fue gobernador de Yucatán, pero también fue periodista y caudillo socialista.
Se reunía con los demás ciudadanos, “así como estamos aquí todos reunidos, en congresos”, menciona Armando Bartra, como un mero reflejo de lo que como sociedad nos ayuda a crecer, es manteniendo los diálogos y aprendiendo de los grandes para emular sus buenas acciones y mejorar todos.
Dentro de su cátedra, recordó que Felipe Carrillo Puerto no es de los más destacados de la Revolución Mexicana, no tiene tanto reconocimiento como Zapata, Villa, Calles, etc., quienes fueron personajes que ejercieron liderazgo, pero no representación popular.
Mencionó que Felipe Carrillo Puerto tuvo menos visibilidad porque proviene de Yucatán, del sureste, y la revolución fue más del centro-norte. El caudillo socialista hizo una revolución pacífica, discutiendo en lugares sociales y llegó a la gobernatura con votos, no mediante la guerra.
‘’No tuvo necesidad de tener una educación superior, pero es el gobernador más sabio que conozco’’, asegura el Dr. Armando Bartra Vergés, recordándome al momento, exactamente lo que sentí al verlo por primera vez: era el sabio de sabios.
